sábado, febrero 16, 2008

À l'Interieur


La película es dura, tensa y desagradable. Gore para retorcerse en el sofá, y pasarlo realmente mal. Tal vez excesiva, Al'Interieur es, sin embargo, de lo mejor que ha dado el género.

10 Razones por las que el 2007 ha sido un gran año para el cine. Vol.2


No hay música. No hay climax. O mejor, hay un desprecio ejemplar por mostrarlos. Condenados a las sombras. A cambio, una obra que se filtra a través de la piel, despacio, sin prisas... en silencio. Los Coen se reivindican, y Bardem pone rostro a un nuevo icono del cine moderno.


Leía el otro día que David Fincher planea hacer un musical de "El Club de la Lucha", y aunque mi primera impresión fue del estilo "joder, bueno, genial, ¿no?", algo en mi estómago no parecía estar conforme. Hay algo en los musicales que recomienda no ver más de uno al año. Por suerte, el de este año ha sido Sweeney Todd.


Tekkon Kinkreet es, sin duda, la gran sorpresa del año. Salida de la nada, sus trazos volátiles han revolucionado la animación japonesa como si tal cosa. Con un argumento imperfecto, pero potente, más de uno se habrá acordado del 89 con una sonrisa en la cara.


Posiblemente la mejor película romántica desde "Olvidate de mí". Profunda, compleja, y sobre todo, muy emotiva. Una maravilla.


Un reguero de cables de alta tensión enterrados bajo tierra, temblando. Unas veces de forma sutil, otras de forma demoledora. Paul Thomas Anderson rescata lo mejor de su estilo, y trasmite esa tensión a su obra más ambiciosa. Casi perfecta.