
Los ejecutivos de Hollywood, recientemente, la situaron como la tercera mejor película "no-americana" del año (justo por detrás de "Let the right one in" y "Martyrs", empatada, además, con "Waltz with Bashir" - no saben nada...-). Yo no diría tanto, pero es verdad que está bastante bien. La película se desarrolla, curiosamente, en los años 80, en un contexto pre-apocalíptico, angustioso y, a la vez, mágico, donde el director desarrolla un thriller sin sentido que, sin embargo, funciona bien.
Desde luego, no es perfecta, y se le podrían achacar alguna que otra incoherencia, pero cuando acaba, y acaba de esa manera, te da un poco igual.