martes, enero 31, 2006

Madre, vuelve a casa





Veníamos de Algeciras. Tenía 4 horas por delante de tren, así que saqué el libro de la maleta, y me puse a leer. Antes, sin embargo, paseé mis dedos un rato por las tapas. Era agradable, casi tierno. A partir de ahí ya no paré de pasar páginas, a no ser para tragar un poco de saliva, o comer algo caliente y degradado... Recuerdo que alguna vez me hizo reír, pero fue un espejismo. La mayor parte del tiempo me tuvo con un nudo en la garganta, completamente acongojado...Cuando le dije adios a la última viñeta simplemente estaba roto.
Si tienes un buen día, y no te lo has leído aún, no lo dejes pasar. Es una maravilla.