lunes, marzo 09, 2009

Watchmen


Hoy he visto en el cine a un niño de 3 o 4 años bajar varias veces las escaleras, a otro, posiblemente un bebé, llorar varios asientos más allá. He visto a la gente levantarse después de casi tres horas cuando aún quedaban tres escenas para terminar... No son tan malas noticias, después de todo.
Watchmen, en la pantalla, a pesar del brillo, sigue siendo sucio y denso. Mutilado, deslumbrante, efectista, contenido, capaz de mantener la esencia y, a la vez, empobrecerla. Frontal, sin tijera, valiente y, a veces, demasiado reverente. Watchmen son muchas cosas, y muchas otras diferentes, pero seguro que merece la pena que la veas, y a ver qué pasa.