jueves, diciembre 06, 2007

Rec


Al final fuimos al cine a verla, no a propósito, pero fuimos. Es cierto que me esperaba encontrar con algo, al menos, interesante. No sé que habéis leído de ella por ahí, pero la mayoría de la crítica y público la ponen por las nubes. Sinceramente, no lo entiendo. Porque empieza bien, pero poco a poco empiezas a sentir que algo no funciona. Donde debería haber tensión, te ríes. Donde debería haber humor, lo hay del más zafio (muy, muy triste el uso de los estereotipos, y aún más, que no haya leído nada al respecto). Los diálogos, de vocación realista, resultan forzados a menudo, y las persecuaciones, punto clave de la película, te recuerdan tristemente a una casa del terror mediocre.
No quiero culparla por tener una coartada argumental demasiado similar a 28 días después, porque esto ya lo sabía antes de ir al cine, y lo aceptaba de antemano, pero desde luego no ayuda.
En definitiva, hay algo extraño en la unanimidad alrededor de este trabajo (el peor de Balagueró con diferencia). Yo te diría que si tienes cualquier otra cosa, la veas en su lugar, pero por probabilidades, parece que te va a gustar, así que no me hagas caso.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé si se puede hacer una acercamiento normal a esta película, la verdad. Es decir, ¿se puede hablar del guión? ¿Si el primer punto de giro empieza tarde o después? ¿Si hay subtramas y están bien trazadas? ¿Si los personajes están bien definidos? De la dirección, algo parecido: sólo hay planos cámara en mano. Creo que es como una película porno. Fue rodada con un propósito ajeno a contar un historia. O por lo menos la historia es secundaria respecto a provocar reacciones (corporales incluso) en los espectadores.

El formato me parece que está bien, pero el falso documental es muy dificil de hacer con actores españoles (afectados por naturaleza). Te crees más un mockumentary como "This Is Spinal tap" que las primeras escenas de Rec.

Luego todo va supreditado al dar sustos. A veces funcionan como con la "señora Izquierdo" y la caída. Poco a poco se van convirtiendo en forzados y muchas veces esperados (como el del cierre metálico). Además después de lo de la niña todo se descontrola y se convierte en una filmación (un poco ridícula) de "El Pasaje del Terror". Y ya te digo que aquí se busca el susto: no te puedes identificar, ni simpatizar, ni empatizar con ningún personaje (quizá es un fallo de guión, pero tampoco ayuda el formato de falso documental).

La escena en el ático, aún metida con calzador, me lo hizo pasar realemente mal. Supongo que todo este rollo religioso chungo está en el inconsciente colectivo de los niños españoles. Y, la verdad, estuve a punto de irme del cine.

Si esto es lo que busca "Rec", pues hay que decir que ha sido triunfado.

Ah... Y lo que apuntas es verdad. Lo de los Chinos muy lamentable. Pero también lo es que prácticamente la totalidad de los personajes te caigan mal. Que el abuelo chino aparezca de la nada (fallo de guión) y que los policías en el exterior estén de convidado de piedra: se ilumina, se entra con máscaras de gas más metralleta y se limpia el edificio, coño.

Niloe dijo...

Lo de que los españoles están afectados por naturaleza es la puta verdad, y nunca he sabido muy bien a qué se debe, pero hay muy pocos que pueda ver en la pantalla sin que me moleste.

Anónimo dijo...

Yo tuve un profesor de filología que tenía una teoría. Según él no existe un modelo dramático en España comparable con el inglés o el francés (esto es: Shakespeare y Moliere). Hay quien dice que Lope de Vega, pero Lope de Vega es el Stephen King de la edad de oro. Nosotros, por suerte, tenemos un modelo de novela.

Por otro lado, esto lo digo yo, si ves una película de 1960 (o así) verás un monton de actores viejos o jóvenes maravillosos, sobre todo en los secundarios análogos a los actores de reparto de las pelis de Howard Hawks y compañía ("La fiera de mi niña" es una maravilla más allá de Grant y Hepburn, sólo hay que ver los secundarios). Yo creo que la razón está en que estos actores no eran "actores", sino "cómicos" con más carretera a sus espaldas que Aerosmith. De pueblo en pueblo actuando desde niños etc, etc, etc. Así tienes a Pepe Isbert, Manuel Alexandre, Agustín Gonzalez, Rafaela Aparicio y todos esos.

Eso no existe ahora mismo (bueno, salvo Manuel Alexandre). QUe yo sepa ahora mismo salvo Pilar López de Ayala, Bardem en alguna ocasión (en "Los Lobos de Washington" está inmenso) y alguno más no recuerdo muchos que me vuelvan loco. Luego están los actores latinoamericano, pero eso es otro fregar.

Niloe dijo...

A mí me gusta Eduard Fernandez, y a Tosar también lo ví bien en "La flaqueza del Bolchevique", incluso a la chica que debutaba con él tampoco la vi mal. La watling en alguna ocasión...no se, y los que dices tú, claro. Son pocos para los que hay, pero bueno, algunos hay. La película también influye, o puede que influya. De todas formas, al que más o el que menos, se le nota ese grado de afectación tan molesto...

Anónimo dijo...

Lo bueno de Eduard Fernández es que juega con esa afectación. Consigue que no te desagrade. La controla él a ella y no ella a él. Es como ver a Freddie Mercury en un concierto. Era excesivo, pero era el propio rey de su exceso.

Hace poco vie "El Método". Aparte de ser una película un tanto mediocre es una pequeña radiografía de estado de los actores: la Verveke está patética; Carmelo Gómez cuanto menos correcto; Eduard Fernandez, como siempre; Eduardo Noriega también como siempre, quizá un poco peor (si sólo aprendiese a despegar los dientes mientras habla); la Nimri... me da la impresión que no actúa, que en al vida real es así de rara (una vez me la crucé en Antón Martín e iba cantando a su bola); la Ozores muy bien; ALterio, una de cal y otra de arena.

Pero es muy fácil hablar. Habría que vernos a nosotros delante de una cámara.

Claro que nuestros egos no necesitan tanto.

Niloe dijo...

El método no la he visto, así que no te puedo decir, pero lo de Noriega es verdad, me resulta molesto cuando habla.
El que me sorprendió bastante fue Sbaraglia en Salvador, que ya se que es argentino y demás, pero es que hizo de español tan bien...

Anónimo dijo...

Los actores argentinos son como los ingleses: activan y desactivan su acento siempre que es necesario.

Por ejemplo ayer vi dos pelis de Naomi Watts sin buscarlo. En una hacía de newyorkina de los años 20 ("King Kong", me lo volví a pasar pipa) y en otra hacía de londinense ("Promesas del Este", me gustó mucho) y cambiaba el acento sin despeinarse.

Niloe dijo...

Promesas del este es muy buena, aunque tiene toda la pinta de que vaya a ser ninguneada a nivel de premios, igual que Zodiac.